¿Colegios-guardería o calidad de la enseñanza?

Sobre el adelanto del comienzo del curso escolar una semana, ampliando así cinco días lectivos al calendario escolar, me gustaría opinar.

Hemos escuchado éstos últimos días que hay que mejorar la calidad de la enseñanza para equipararnos al resto de Europa, donde el fracaso escolar es claramente inferior al de España. Se ha argumentado también lo positivo de la medida en la conciliación de la vida laboral, familiar y personal de los padres. Pues bien, no creo que el problema de la calidad de la enseñanza se solucione con más días lectivos, mas bien estamos pasando por una etapa en la que el maestro carece de autoridad y, sobre todo, del respeto y admiración de los propios padres.

Estoy convencido de que en el problema de la motivación de los niños tiene mucho que ver el poco tiempo que pasan con sus padres, que no pueden aportarle los valores que ellos tuvieron. Considero pues que la medida lo único que puede hacer es agravar el problema. En cuanto a la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, quitemos familiar y personal y lo único que concilia es la vida laboral, dado que, durante una semana más al año, los padres podrán trabajar tranquilos sin preocuparse de qué hacer con los hijos.

Estamos a años luz de Europa, pero no sólo en calidad educativa, también en derechos laborales. La conciliación de la vida laboral y familiar se debe atajar en las empresas, incitándolas a “modernizarse” (permitánme ponerlo entre comillas, pues éste paso en Europa se dio hace medio siglo), adaptando el horario de trabajo al que se cumple en Europa, o sea, déjense de 2 o 3 horas para comer, y, por favor, salgan a las cinco. Es algo incomprensible que haya que estar trabajando hasta las ocho en las oficinas, con el consiguiente derroche energético, menos regalar bombillas de bajo consumo y más requerimiento para apagarlas en las oficinas. Además, el personal de servicios de nuestros vecinos europeos goza generalmente de jornadas reducidas y horarios flexibles, somos millones de trabajadores, seguro que si queda un hueco de tres horas al día, hay alguien dispuesto a cubrirlo.

El curso en Europa comienza antes y termina después que en España, pero tienen semanas de vacaciones en medio, llamadas en Reino Unido mid-term (mitad de trimestre). ¿Se imaginan qué ocurriría aquí si a mediados de Octubre o de Mayo los niños tuvieran otra “semana blanca”? Ésta forma de repartir el curso puede ser difícil de aplicar en España por el clima, pues el verano es más largo, aunque se podría solucionar fácilmente acondicionando los edificios.

Luchemos por una mejora en los derechos laborales, y dejemos de defender el trabajar desmesuradamente aún a costa de negarles a nuestros hijos la posibilidad de disfrutar de nosotros.

Firma: Samuel Lopez de Toro Vega